sábado, 2 de marzo de 2019

Michel Foucault




Paul-Michel Foucault nació el 15 de octubre de 1926 en Poitiers, en el seno de una conocida familia burguesa de provincias. Su padre era cirujano y profesor de Anatomía, nacido en Fontainebleau. Su madre, Anne Malapert, nacida en Poitou, era hija de un cirujano también y propietaria de terrenos, granjas y una propiedad en Vandeuvre-du-Poitou. Paul-Michel era el segundo de los hermanos, entre Francine y Dennys. 

La ilusión de su padre era que Paul-Michel ejerciera también su profesión, sin embargo a éste le atraía la Historia desde niño. Abandona su primer nombre, Paul, porque sus iniciales, PMF, coincidían con las del brillante político de izquierdas Pierre Mendès France.

En su juventud Michel obtuvo unos resultados desiguales en su formación: deficiente en Matemáticas y sobresaliente en Francés, Historia, Griego y Latín. En 1940, con la incorporación a su curso de alumnos que huían de París bajo el régimen nazi, sus notas caen bruscamente y su madre lo matricula en el colegio privado católico Stanislas, donde Michel destaca alcanzando el segundo puesto tras su compañero Pierre Rivière. Su madre, todavía insatisfecha, le busca un profesor particular, el todavía estudiante Louis Girard, que le introduce en una filosofía kantiana explicada superficialmente a la moda del siglo XIX. Como resultado Michel Foucault recibe el segundo premio en Filosofía.

En último curso, su profesor de Filosofía, el Padre Superior Dom Pierrot, lo cataloga entre los alumnos “para los cuales la Filosofía será siempre objeto de curiosidad” en la línea de Descartes, opuestos a los seguidores de Pascal. De estos años Foucault recuerda más los acontecimientos históricos que las vivencias familiares. Y de su Colegio retiene una odiosa atmósfera religiosa y unos cursos mal explicados.

Apoyándose en su madre, se enfrenta a su padre que le quería imponer los estudios de Medicina, profesión que al joven Foucault le horrorizaba. En septiembre de 1943 se incorpora a las Clases Preparatorias Literarias en el Liceo Henri-IV de Poitiers. Sin abandonar del todo la Historia se interesa cada vez más por la Filosofía, convirtiéndose en el principal interlocutor del profesor de esta asignatura. Sin embargo, en las pruebas de acceso a la École Normale Supérieure en 1945 queda en 101ª posición y solo pasan a examen oral los cien primeros. 

Se traslada a París y gracias a las influencias de su madre se matricula en el Liceo parisino Henri-IV en el curso 1945-46. Su madre le alquila una habitación para proteger a su hijo adolescente, frágil e inestable, que le repugna la vida en comunidad. Sus compañeros lo tildan de salvaje, enigmático y encerrado en sí mismo. Foucault trabaja intensamente ‘como un loco’. Lee a Balzac, Stendhal y Gide. Su profesor, Jean Hyppolite, gran conocedor del pensamiento hegeliano, califica a Foucault de fulgurante, genial y alumno de élite. A fin de curso Foucault pasa en Filosofía al primer puesto desde el 22º a su ingreso. Y en Historia también al nº 1 desde el 7º inicial. Finalmente en 1946 es admitido en cuarta posición en la oposición de ingreso a la École Normale Supèrieure. 

Se comporta de forma agresiva y megalómana. Sus compañeros lo detestan y poco después lo consideran medio loco. Un día sus profesores lo encuentran tendido en el suelo con el pecho lleno de rasguños producidos por una maquinilla de afeitar. Otro día persiguió a un compañero con un puñal en la mano. En 1948 es llevado al Hospital de Santa Ana, donde le atiende el psiquiatra Dr Gaillot, que descubre que la obsesión suicida de Foucault se debe al sentimiento de vergüenza que le causa su homosexualidad. Se dice a sí mismo: “si no eres como todo el mundo, eres anormal, estás enfermo”. Y sufre una depresión grave.

Se refugia en el estudio con tal intensidad que pretende estar preparado para optar a una  Agrégation de philosophie (Ayudantía en la cátedra de Filosofía) en solo tres cursos en vez de los cuatro previstos. Prepara fichas de todos los libros que ha leído y los ordena en cajas. En Filosofía lee a Platón, Kant, Hegel, Bachelard, Marx, Freud y Heidegger, quien le lleva a descubrir a Nietzsche. En Literatura descubre a Kafka, Faulkner y Jean Genet. Comienza a sentir fascinación por la Psicología y lee detenidamente la Critique des fondements de la psychologie de Politzer.

En 1948 se licencia en Filosofía por la Sorbona y al año siguiente en Psicología. Sigue los cursos de postgrado de Daniel Lagache y participa en visitas clínicas. En estas prácticas conoce a diversas personalidades, que le presenta su madre, y entre ellas a Ludwig Binswanger. Asiste también al curso de Lenguaje y de las Ciencias Humanas dictado por Maurice Merleau-Ponty, que le causará gran impacto. Conoce a Louis Althusser que pronto será su amigo. 

Muchos de sus compañeros al ingresar en la École Normale Supérieure se sienten inclinados a afiliarse al Partido Comunista Francés (PCF). Foucault no lo hace porque rehusa militar en un sindicato estudiantil. En 1950, y a instancias de Althusser, se inscribe finalmente, aunque sin participar en las actividades de su célula. Tres años más tarde, abandona el PCF al enterarse de la situación real de la Unión Soviética y en particular del Gulag en la época de Stalin.

De 1950 a 1952 Foucault examina una vez a la semana a los presos en el Centro Penitenciario de Fresnes para hacer prácticas de psicología existencialista.

En 1950 se presenta a las pruebas de ayudantía que no logra superar. El jurado le reprocha que se preocupa más de mostrar su erudición que de desarrollar el tema propuesto. Considerado como uno de los candidatos más brillantes, el fracaso de Foucault se considera un escándalo y para él motivo de una nueva tentativa de suicidio. Pronto supera la crisis y en 1951 es admitido con el nº 2 ex-aequo. Yvon Brès, que ha conseguido la primera plaza, se excusa ante Foucault reconociendo que le han hecho una injusticia. Éste presenta una queja ante el profesor Georges Canguilhem, director del Instituto de Historia de las Ciencias, sospechando que en la decisión se tomó en consideración sus opiniones sobre la sexualidad.

Con su aprobado en mano y por recomendación de Louis Althusser, Michel Foucault enseña Psicología en la École normale supérieure. Su elocuencia impresiona a Paul Veyne y a Jacques Derrida. Lleva a sus alumnos, siguiendo la tradición, a presenciar el interrogatorio y examen médico de un enfermo por el famoso psiquiatra Georges Daumezon. 

En 1952 Foucault obtiene su diploma en Psicología Patológica y se dedica a traducir al francés Le Rêve et l’existence de Ludwig Binswanger, precedido de un prólogo suyo más largo que el mismo libro. Gracias al análisis existencial de Binswanger, seguidor de Martin Heidegger, Foucault comprende mejor la opresión del saber psiquiátrico académico. Mientras trabaja como psicólogo becario en el Hospital de Santa Ana siente un cierto malestar cuya causa no descubre hasta que comienza a escribir su tesis doctoral “Historia de la locura en la época clásica” (Folie et déraison. Histoire de la folie à l'âge classique), primera obra relevante de Foucault, en la que analiza y revisa el tratamiento que se le da al concepto de la locura a lo largo de toda la historia, haciendo hincapié en la evolución del trato que se le da al enfermo.

En 1952 Foucault conoce al compositor Jean Barraqué, con quien pronto entabla una amistad que evoluciona en historia de amor terminada por el músico en 1956.

Mientras ocupa una plaza de tutor en la École Normale Supérieure, acepta un puesto de ayudante en la Universidad de Lille, donde también enseña Psicología durante los años 1953 y 1954. En este último año se inicia en la Psiquiatría Fenomenógica durante un curso en la Clínica de Roland Kuhn en Münsterlingen (Suiza) y escribe su primer libro, Maladie mentale et personnalité (Enfermedad mental y personalidad), a petición de Louis Althusser, del que pronto se retractará. 

Foucault cree que su carrera no está en la enseñanza y emprende su exilio fuera de Francia. Con esa intención, acepta un puesto de Consejero Cultural en la Universidad de Uppsala (Suecia), gracias a la ayuda de Georges Dumézil, que sería su amigo y mentor. A finales de 1958 Foucault abandona Suecia y se traslada a Varsovia, para inaugurar el Centro de Civilización Francesa que cubre el hueco dejado por el Instituto Francés, clausurado años antes. Un año más tarde la Policía del primer ministro comunista Władysław Gomułka, alarmada por los trabajos y relaciones de Foucault, exige abandone Polonia, quien regresa a Francia en 1960 para completar su tesis doctoral y, aceptando la invitación del catedrático Jules Vuillemin, ocupar un puesto de profesor de Filosofía en la Facultad de Letras de Clermont-Ferrand. Es aquí donde Foucault conoce a Daniel Defert, que será su compañero hasta el fin de sus días. 

En 1961, Foucault regresa a París y recibe finalmente su doctorado tras presentar las dos tesis requeridas en esa época. La complementaria, su ‘traducción con notas y comentarios’ de L'Anthropologie du point de vue pragmatique (La antropología desde el punto de vista pragmático) de Kant, dirigida por Jean Hyppolite, y la tesis principal, titulada Folie et déraison. Histoire de la folie à l'âge classique (Historia de la locura en la época clásica), con Georges Canguilhem y Daniel Lagache como tutores. 

En 1963 se interesa por la epistemología de la Medicina, con la publicación de Raymond Roussel, y reedita su libro publicado en 1954 Naissance de la clinique: une archéologie du regard médical (El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica), retractándose de la versión anterior.

También en 1963, Foucault entra, con Roland Barthes y Michel Deguy, en el Comité de Redacción de la Revista Critique, que dirige Jean Piel.

En 1965 se traslada a Túnez para acompañar a su compañero Defert, allí destinado para cumplir el servicio militar. Foucault consigue un puesto de profesor en la Universidad de Túnez. 

El Ministro francés de Educación Nacional, Christian Fouchet, lo nombra miembro de la Comisión de Reforma Universitaria y se habla de una promoción como Subdirector de Enseñanza Superior, que no llegó a concretarse tras una investigación sobre su vida privada.

En febrero  de 1966, Foucault participa, junto a Gilles Deleuze, en la publicación de la edición francesa de las obras completas de Friedrich Nietzsche. Y apoyándose en el concepto nietzscheniano de la ‘muerte de Dios’, publica Les Mots et les Choses (Las Palabras y las Cosas) donde teoriza sobre la ‘muerte del hombre’ consiguiendo un gran éxito. 

El entusiasmo que despertaba en esos años el estructuralismo había llegado a su clímax y Foucault, cansado de que lo etiqueten como estructuralista, pronto se incorpora a la nueva ola de investigadores y filósofos, como Jacques Derrida, Claude Lévi-Strauss y Roland Barthes, dispuestos a derrocar el existencialismo encarnado por Jean-Paul Sartre. Las Ciencias Humanas alcanzan una gran efervescencia como se aprecia en las obras más importantes de Lacan, Lévi-Strauss, Benveniste, Genette, Greimas, Doubrovsky, Todorov y Barthes. publicadas en esa época.

En una de las sesiones del Seminario quincenal que Jacques Lacan celebra en la École Normale Supérieure, Foucault expone su propia visión de las Meninas de Velázquez al tiempo que invita al auditorio a leer su libro recién publicado Les Mots et les Choses, donde el pensador realiza una reflexión acerca de cómo todos los periodos históricos se distinguen por presentar una serie de condiciones fundamentales de verdad que establecen lo que es aceptable, y cómo estas condiciones evolucionan y cambian a lo largo del tiempo.

En mayo de 1968 Foucault no está en París, sino en Túnez donde la revolución de los estudiantes tunecinos le deja profunda huella. Regresa poco después a Francia consiguiendo un puesto como principal del departamento de filosofía de la recién creada universidad experimental París VIII, hervidero de revolucionarios. Al año siguiente publica L’Archéologie du savoir (La arqueología del saber) donde realiza un examen o análisis de la funcionalidad y poder de las oraciones como unidades básicas del discurso. Foucault se siente desconcertado ante la grupuscularización  en marcha y se politiza. 

Enseña durante unos meses en el Centro Universitario de Vincennes y en noviembre de 1969 es elegido, con el soporte de Jules Vuillemin, profesor de la Historia de los Sistemas de Pensamiento (título elegido por él mismo) para el Collège de France, la institución universitaria de mayor prestigio en Francia. Su lección magistral L’Ordre du discours se publicará dos años más tarde. 

También en noviembre 1969 mantiene un debate con el intelectual americano Noam Chomsky en la Escuela Técnica Superior de Eindhoven (Países Bajos). Viaja al año siguiente por primera vez a los Estados Unidos para dar una conferencia en la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo.

El posicionamiento de Foucault en la extrema izquierda se agudiza vinculándose a la Izquierda Proletaria, movimiento maoísta no leninista, que es ilegalizado. Algunos de sus militantes se declaran en huelga de hambre para conseguir la condición de prisioneros políticos y Foucault funda el GIP (Grupo de Información de las Cárceles) a fin de que los presos puedan explicar sus condiciones de encarcelamiento. Consigue que en 1970 la prensa y la radio puedan entrar en las cárceles y en noviembre de 1972 crea el Comité de Acción de Presos (CAP) con Serge Livrozet, que acaba de salir de la cárcel y que escribirá el prefacio del ensayo de Foucault titulado De la prison à la révolte. Con Jean-Paul Sartre participa asimismo en las primeras manifestaciones en apoyo de los trabajadores inmigrantes. 

La reflexión profunda que Foucault acomete sobre las cárceles y las escuelas la instrumenta en un estudio de las estructuras de los micro-poderes que surgen en las sociedades occidentales en el siglo XVIII, trasladándola a su libro Surveiller et Punir (Vigilar y Castigar) que publica en 1975. A lo largo de esta obra, se realiza el análisis y reflexión del funcionamiento de las instituciones penitenciarias, con la intención de comprender la evolución que a lo largo de los años experimentan las formas en las que se castiga a los convictos.

En 1977, cuando una Comisión Parlamentaria debate la Reforma del Código Penal, Foucault, junto a Derrida y Althusser, firman una petición para que se suprimiesen los artículos relativos a la mayoría de edad sexual al objeto de despenalizar las relaciones consentidas entre adultos y menores de 15 años (edad del consentimiento sexual en Francia). Él cree que el sistema de justicia penal está reemplazando el castigo del crimen con la creación de una figura de personas peligrosas para la sociedad (independientemente de un delito real) y predice que surgirá una "sociedad de los peligros” cuando la sexualidad se convierta en una especie de "peligro errante". Subraya que esto sería posible mediante el establecimiento de un "nuevo poder médico", interesado en los beneficios del tratamiento de este "individuo peligroso”.

En el Collège de France imparte hasta 1984 cursos muy prestigiados como los de Gobernabilidad en 1978, Biopolítica en 1979 y en 1983 sobre la Libertad de Expresión (Le gouvernement de soi et des autres). Es a partir de esta época cuando Foucault, desilusionado como otros intelectuales conocidos como los Nuevos Filósofos, se va retirando de su militancia política de izquierdas y adopta posiciones más bien neo-conservadoras. 

Foucault aborda entonces su proyecto 'La Historia de la Sexualidad', en el que revisa la utilización de la sexualidad como un régimen de poder, así como el uso de los placeres sexuales a lo largo de la Historia. Lo concibe como un tratado de seis tomos de los que solo publicará tres. El primer volumen 'La Voluntad de Saber' aparece en 1976, y no aparecen hasta ocho años después el segundo y tercer volumen, titulados 'El Uso de los Placeres' y 'La Inquietud de Sí', que sorprenden a los lectores por textos básicos en latín y griego. En 2018 aparece publicado por Frédéric Gros un último tomo de esta historia de la sexualidad con el título Les Aveux de la chair.

De nuevo viaja a EE.UU. en 1977 para pronunciar conferencias en la Universidad californiana de Berkeley, con gran asistencia por parte de los alumnos. Poco más tarde realiza su segundo viaje a Japón en busca de los límites de la racionalidad occidental ya que Foucault entiende que la racionalidad japonesa no está en oposición con la occidental.

Y a finales de 1978 se traslada a Teherán poco  después de la masacre en la Plaza de Yalé, como corresponsal del Corriere della Sera. A su regreso a Francia, Foucault dedica varios artículos entusiastas a favor de la Revolución iraní, lo que desencadena una intensa polémica, acusándole de estar a favor del Ayatolá Jomeini. Foucault se defiende argumentado que él distingue la ‘espiritualidad política’ de los insurgentes del ‘gobierno ávido de sangre de un clérigo integrista’. No quiere utilizar la palabra ‘revolución’ sino que la califica de ‘insurrección’. 

A comienzos de los ’80, Foucault trata encontrar una alternativa a las ideologías socialistas aproximándose a la Segunda Izquierda francesa, definida por Michel Rocard en el Congreso Socialista de Nantes en 1977, y a la central sindical CFDT (Confédération française démocratique du travail). Los contactos establecidos por Foucault con ambas organizaciones se interpretan como una aproximación al neoliberalismo, en el que encuentra una forma de gobernabilidad menos normativa y estatalista que las de la izquierda socialista y la comunista.

Durante sus últimos años de vida Foucault fue criticado por haber cambiado de ideas y de opinión a lo largo de su vida. Él lo explicaba como un fenómeno natural producto de la experiencia y adquisición de conocimiento.

A principios de junio de 1984, Foucault es hospitalizado en París y muere el 25 del mismo mes por una infección oportunista provocada por el sida. Su compañero Daniel Defert funda AIDES, la primera asociación francesa de lucha contra el sida. Uno de los amigos de Foucault, Hervé Guibert escribe un libro titulado À l’ami qui ne m’a pas sauvé la vie (Al amigo que no me ha salvado la vida), en el que el protagonista ‘Muzil’ (Foucault) relata su enfermedad, su muerte, la destrucción de una buena parte de sus manuscritos y el rechazo a publicaciones póstumas. 

A lo largo de su vida Foucault se convirtió en un prolífico escritor. En sus inicios se centró en temas principalmente psicológicos y relacionados con la salud mental, así como en las instituciones que lo controlan, sus aportaciones más importantes y reconocidas se encuentran en el campo de las ciencias sociales y la política.

Debido a que vivió durante una época de grandes cambios y convulsión social, Foucault se mostró muy interesado en el presente al que pertenecía, reflexionando sobre los sistemas y relaciones de poder de la época. Foucault trata principalmente el tema del poder, rompiendo con las concepciones clásicas de éste término. Para él, el poder no puede ser localizado en una institución, por lo tanto la "toma de poder" planteada por los marxistas no sería posible. El poder no es considerado como algo que el individuo cede al soberano, sino que es una relación de fuerzas, una situación estratégica en una sociedad determinada. Por lo tanto, el poder, al ser relación, está en todas partes, el sujeto está atravesado por relaciones de poder, no puede ser considerado independientemente de ellas. Para analizar el poder, Foucault estudió el poder disciplinario y el biopoder, y los dispositivos de la locura y la sexualidad. Para ello, en lugar de un análisis histórico, realiza una genealogía, un estudio histórico que no busca un origen único y causalista, sino que se basa en el estudio de las multiplicidades y las luchas.

Finalmente, Foucault determina que el papel principal de los pensadores se encuentra dentro de la sociedad, acompañándola en la lucha contra las formas de poder que existen dentro de ella.

Michel Foucault está considerado el mayor filósofo del siglo XX. Fue el investigador más citado en 2017.

MAG/03.03.2019









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